La típica vivienda del ensanche barcelonés, con el pasillo que, partiendo desde el recibidor, atraviesa la zona de noche hasta llegar al estar-comedor. En este caso, con una "cocina americana" como espacio de transición. Madera, acero inoxidable, ladrillo caravista, el color intenso de contraste y el papel texturado elegido, componen un conjunto con carácter y coherencia, muy actual y al mismo tiempo cálido.